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Yo ya lo sabía todo, pero no
estaba segura de cómo decírtelo.
Vos la queria a ella, mismo
cuando repetía el mantra de que me amaba a mí.
Yo lo sabía, lo veía pero
vos no.
Ya estaba cansada de tus
dulces palabras, no sabía lo que era verdad y lo que no.
¿Realmente me amabas o
sólo lo decía por comodidad?
Y yo, estúpida, ya no sabía
qué hacer. Ella era yo, pero a la potencia y vos estabas enamorado de todo lo
que ella podía hacer, mientras que yo te cansaba.
No te voy a atar a mí, sé
que eso es malo, tampoco quiero estar atada a vos. Pero la verdad es que nunca
estuviste enamorado de mí, como yo estuve enamorada de vos.
Me lo habías prometido, ya
habíamos hablado de esto, pero seguiste engañándome noche tras noche.
Porque la amás, admitilo,
decilo.
Nadie oculta a nadie si no
es amor.
Y vos, que recién
descubriste como es el amor, supiste enseguida como amar a alguien más.
Está bien, te dejo ir, si
me dejás ir, como ya lo hiciste.